Durante el proceso de tratamiento de un cáncer, el maquillaje puede ser un gran aliado para conseguir verse y sentirse mejor.
Una base de maquillaje y un corrector adecuados permiten ocultar manchas o decoloraciones y unificar el tono, mientras que el colorete y el bronceador ayudan a ofrecer un aspecto más saludable y realzar facciones.
Junto a la caída del pelo puede producirse, en ocasiones, la caída de las cejas y las pestañas. Las cejas pueden redibujarse gracias a la ayuda de lápices específicos. Por el contrario, no son aconsejables las pestañas postizas, aunque se puede aprender a marcar y delinear bien los ojos gracias a los lápices, iluminadores y sombras de maquillaje.
Respecto a los labios, es mejor optar por labiales o bálsamos humectantes y con factor de protección solar.
El objetivo del servicio de Asesoramiento en Maquillaje Corrector es informar y asesorar al paciente sobre qué productos de maquillaje puede utilizar mientras dure el tratamiento oncológico – los productos que se emplean habitualmente pueden ser inadecuados – y enseñar aquellas técnicas de maquillaje que ayuden al paciente a recuperar su aspecto natural, corregir y cubrir las posibles marcas y ofrecer su mejor imagen.
El servicio de Asesoramiento en Maquillaje Corrector se hace de forma individualizada por parte de una especialista en la materia.